El amplio seguimiento de la convocatoria de Huelga General y la masiva participación de los ciudadanos en la manifestación que tuvo lugar por la tarde expresan de forma clara el rechazo a la reforma laboral, que va a pasar a ser conocida como “la reforma laboral del despido y del paro”.
UGT Madrid denuncia que este no es el camino y por eso exige, en el ámbito de la Comunidad de Madrid, que el Gobierno se ponga de una vez a trabajar para resolver el mayor problema que tenemos los madrileños: buscar soluciones para los más de 620.000 trabajadores parados, los más de 300.000 que no tienen ningún tipo de prestación o ayuda, y las aproximadamente 150.000 familias donde todos sus miembros están en paro.
La solución, el camino, pasa por recuperar el Diálogo Social como instrumento capaz de establecer las bases económicas para el crecimiento económico y el empleo.
Todo ello pasa por los necesarios cambios, que han de ser sustanciales, en la reforma laboral tras el éxito de la huelga general y de la manifestación en las que participaron cientos de miles de trabajadores y ciudadanos.
Ni los intentos por convertir la huelga general en un problema de orden público, ni los denodados esfuerzos mostrados por medios, periodistas y políticos de derechas en negar el clarísimo impacto de la huelga, para así avalar el programa extremo del Gobierno, han conseguido minimizar el éxito de la jornada de ayer.
UGT-Madrid recuerda que cuando un Gobierno niega la realidad, la realidad termina por negarlo a él. En este sentido resulta paradójico ver los denodados esfuerzos de los portavoces del Gobierno Regional y sus palmeros mediáticos de siempre, por remarcar el fracaso de la huelga. Si así hubiese sido, no merecería tantos desvelos de unos y otros. Bien saben ellos que la huelga general ha sido un éxito y que la han convocado con sus decisiones torpes, empezando por esa injusta, ineficaz e inútil, hoy más que nunca, reforma laboral.
El sindicato quiere felicitar a la clase trabajadora de Madrid, a quienes querían hacer la huelga pero han sido amenazados por el empleador con despidos y represalias, pero también a aquellos que tienen dudas sobre los sindicatos mayoritarios pero han secundado el paro. Más del 90% de la representación sindical ha apoyado la huelga o ha convocado su propia movilización ayer.
UGT-Madrid tiene también un especial recuerdo de solidaridad a las pymes que ven comprometida su supervivencia con la desregulación de horarios comerciales y que de buen seguro habrían apoyado el paro de no atravesar graves problemas económicos.
El clamor ciudadano de ayer exige cambios sustanciales en una reforma que no se detiene en plantear una revisión de los costes del despido y de la estructura de la negociación colectiva, las dos variables que condicionan el carácter dinámico o estático del mercado de trabajo, sino que, con la excusa de la crisis, introduce toda una batería de medidas en el apartado de flexibilidad interna que deja a la fuerza de trabajo como un títere en manos del empresario.

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