Los niños no
son ajenos a las políticas económicas que se están poniendo en práctica para
atajar la crisis actual y sufren directamente la situación económica y social
de sus padres, la pérdida de empleo, la caída de ingresos, el aumento de
impuestos y tasas, y las políticas de recorte social, especialmente, en los
ámbitos, educativo y sanitario. En dos años la pobreza infantil, en España, ha
crecido un 10% y los niños pobres, cada vez son más pobres. Por ello, con
motivo del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que este año se relaciona
con la vulneración de los derechos humanos y la justicia social, UGT reclama
medidas en favor del empleo y del Estado del Bienestar. Medidas que garanticen
una vivienda digna, la sanidad, la educación, los servicios sociales y una renta
mínima adecuada.
El 12 de junio se celebra el
Día Mundial contra el Trabajo Infantil y en esta ocasión se relaciona al
trabajo infantil con la vulneración de los derechos humanos y la justicia
social, debido principalmente a que la crisis actual, y sus consecuencias
económicas y sociales, está agravando las situaciones en las que se encuentran
las familias y los miembros de las mismas, afectando igualmente a los niños,
que dejan de asistir a la escuela y de recibir una educación y unas habilidades
para un trabajo futuro decente que les permita salir del círculo de la pobreza.
Si bien en momentos de
bonanza económica han sido muchos los logros en la calidad de vida infantil, en
la actualidad los niños están sufriendo la crisis, sobre todo en el caso de que
sus progenitores se queden sin empleo y pierdan ingresos, o en el caso de que
se trate de una bajada importante de los salarios. Pero también tiene
repercusión en ellos los actuales recortes sociales, como la reducción del
gasto público en ayudas a las familias, o el hecho de que ayudas gestionadas
por los servicios sociales hayan desaparecido o se hayan endurecido las
condiciones de acceso a las mismas. Otros factores que también están incidiendo
en la pobreza de los niños es el incremento del pago de impuestos directos o
indirectos que afectan a la renta disponible para las familias y que repercute
en el gasto de los hogares destinados a cubrir necesidades primarias como la
alimentación, ya que una pérdida de rentas conlleva un consumo de alimentos de
peor calidad con las repercusiones en la salud y el desarrollo del niño, o las
imposibilidades o dificultades de las familias en el pago de las hipotecas con
el riesgo de perder el hogar familiar o la tenencia de una vivienda digna.
Junto a ello, les afectan
las políticas educativas del Gobierno del PP como la disminución de las becas
escolares, o la eliminación, de los Presupuestos Generales del Estado para el
2012, del Plan Educa 3 que suponía la creación de nuevas plazas educativas para
niños de 0-3 años, con criterios de calidad en las instalaciones, en la
atención educativa y en la cualificación de los profesionales que trabajan en
este ciclo y que supuso una inversión total, cofinanciada Gobierno con
Comunidades Autónomas, de 1.087 millones de euros entre 2008 y 2012.
Medidas de recorte en la
sanidad, también van a tener repercusiones sobre la infancia. El hecho de
retirar la tarjeta sanitaria a los extranjeros sin autorización de residencia,
supone dificultar a los niños extranjeros con padres en esta situación el
acceso a los servicios sanitarios; además del pago de prótesis ambulatorias
como las muletas; el pago del transporte sanitario no urgente; y la
modificación del copago farmacéutico o incluso su eliminación en el caso de los
fármacos para síntomas menores.
Existen datos cuantitativos
acerca de esta situación, como el informe de UNICEF, sobre “el impacto de la
crisis en los niños”, donde se constata que en sólo dos años, la cifra de
pobreza infantil en España, ha crecido un 10%, pasando de 2 millones en el
2008, a 2.184.000 niños que viven en hogares por debajo del umbral de la
pobreza.
La situación es aún más
alarmante si este incremento lo unimos al hecho de que los niños pobres son
incluso más pobres, si estimamos el umbral de la pobreza como el 60% de la
media de los ingresos de los hogares de España, su grado de pobreza ha
aumentado debido a la bajada de ingresos.
Desde UGT, somos conscientes de la relación que existe entre trabajo
infantil y pobreza, ya que en las familias de estratos sociales y económicos
más bajos es donde se instala el trabajo infantil incluso en la mayoría de los
casos, los niños abandonan la escuela. Por ellos, reivindicamos el
establecimiento de medidas sociales de acceso al empleo, a una vivienda digna,
a la sanidad, a los servicios sociales, a una renta mínima y, a una educación,
que centre sus prioridades en el mantenimiento de la misma y el no abandono prematuro.

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